viernes, 16 de noviembre de 2012

El criado del mercader de Bagdad

Navegaba entre vuestras olas/blogs y me he encontrado en La belleza de la lengua las tareas que le mandaba a sus alumnos la lazarilla de ese blog, enlazaba una página de ejercicios donde aparecía una frase que enseguida identifiqué: era la primera línea de uno de los relatos de Bernardo Atxaga de Ababakoak. Como me parece un excelente escritor, su libro es absolutamente recomendable y el relato me parece magistral, tomado de la tradición sufí, aquí lo pongo: quizá os sirva de inspiración para esos que pido en clase. Disfrutadlo. Y hago propuesta: escribid en comentarios otros finales, tendrá premio el que más me guste.

“Érase una vez, en Bagdad, un criado que servía a un rico mercader. Un día, muy de mañana, el criado se dirigió al mercado para hacer la compra. Pero esa mañana no fue como todas las demás, porque esa mañana vio allí a la Muerte y porque la Muerte le hizo un gesto. Aterrado, el criado volvió a casa del mercader.
-Amo -le dijo-, déjame el caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero estar muy lejos de Bagdad. Esta noche quiero estar en la remota ciudad de Ispahán.
-Pero ¿por qué quieres huir?
-Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.
El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo, y el criado partió con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.
Por la tarde, el propio mercader fue al mercado y, como le había sucedido antes al criado, también él vio a la Muerte.
-Muerte -le dijo acercándose a ella-, ¿por qué le has hecho un gesto de amenaza a mi criado?
-¿Un gesto de amenaza? -contestó la Muerte-. No, no ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro. Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Ispahán, porque esta noche debo llevarme de Ispahán a tu criado".
 
 





9 comentarios:

  1. Por la tarde, el propio mercader fue al mercado y, como le había sucedido antes al criado, también él vio a la Muerte.
    Este, muerto de miedo, volvió a casa lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían.
    Al llegar a su lujosa casa, empezó a dependerse de todos sus objetos preciados.
    Estaba desesperado, toda su vida había jugado con la Muerte. No creía en esta y se había aprovechado de mucha gente para conseguir todo lo que ahora poseía, que no era poco.
    Pasados unos día, el criado regreso de Ispahán y se encontró con aquella enorme casa desvalijada. No había nada.No encontró a su Amo por ningún lado.


    Cuenta la leyenda que el rico mercader ¨devolvió¨ todo aquello cuanto había ganado imponiéndose al resto y que se retiro al desierto con una única cantimplora, que le había regalado su padre antes de morir.

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    1. Me gusta mucho tu final, Mateo, sobre todo lo de la cantimplora.

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  2. Palideció. Acababa de volver del mercado y su amo, que le estaba esperando en el umbral de la puerta, le había ordenado salir inmediatamente hacia Ispahán. Llevaba toda la mañana rondándole un sueño que había tenido en la noche y estuvo inquieto en el mercado, temiendo alzar la vista y encontrarse con aquella imagen. Al oír el nombre de la ciudad, recordó que aquél era el lugar donde la muerte le estaría esperando. Partió a toda prisa, sin la esperanza de que el amo comprendiera el porqué de su miedo.
    Cuando al día siguiente, muy aliviado, volvía de la ciudad, ya habiendo cumplido el encargo, detuvo el caballo cerca de un lago. Seguía sin entender el significado del sueño que había tenido dos días atrás, pero era primavera y el olor de las buganvillas le llenó de calor. Su amo no le esperaba hasta la noche. Mientras el caballo bebía agua en el lago, se quitó la ropa y, al sumergirse, el agua helada le dijo: te estaba esperando, me alegro de que sigas aquí. Cerró los ojos y sintió como la luz dorada del sol entraba a través de sus párpados.

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  3. "-¿Un gesto de amenaza? -contestó la Muerte-. No, no ha sido un gesto de amenaza, sino un saludo. Quería que se acercara a mí. Pero como siempre me ocurre, los mortales me huyen.

    ¿Sabes? Estoy cansada, muy cansada de ser la Parca. Solo toco almas para llevármelas, y en los más profundo de mi corazón, ansío la calidez del tacto de una piel. Llevo milenios sola, observandoos, viéndoos crecer, reír, enamorarse, y sí, morir. ¡Pero cuánta dicha hay en la balanza, al final de vuestros caminos!
    Tu criado es un buen hombre, un poco timorato, pero de voz dulce, corazón limpio y mente abierta. Y yo me siento tan sola...
    Pero como te he dicho, siempre me huyen.
    Tenía que visitar esta noche tu casa, pero en fin, ya que estás aquí...Ven, dame la mano, tengo que mostrarte un nuevo camino..."

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  4. [...]
    -Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.

    Al mercader le sonaron muy familiares estas palabras, se compadeció de él, pues la muerte le llamaba.
    Hacía cinco años, este mercader poseía tierras, oro, todo tipo de riquezas, su hijo le dijo estas mismas palabras que el criado le acababa de contar, el mercader ansioso por evitar que la muerte se llevase a su hijo lo dejó todo, para pactar con la muerte y evitar así que esta se llevase a su hijo.
    Pues lo perdió todo,por querer salvarlo, pero le atormentaba la idea de no poder hacer nada por su hijo.
    Finalmente la muerte se lo llevó y solo le quedó su recuerdo.

    Le contó la historia al criado, este sólo sentía miedo, por ver que su hora llegaba y nunca había podido experimentar lo que era ser feliz, pues la muerte no hace tratos con nadie.

    El mercader decidió ofrecerle un único deseo antes de que la muerte le encontrase y se lo llevara para siempre.
    Le brindó la oportunidad de ser libre, ya que esto le hacía feliz, de esta forma el criado olvidó su desdichada vida, y cuando la muerte le buscase, no tendría miedo porque había conseguido ser feliz mientras se encontraba en vida.

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  5. Excelentes aportaciones, me gustan vuestros finales y a cualquiera de ellos debería darle el premio (aún por decidir). Aunque, ya me conocéis, a todos les pongo alguna pega.
    Mateo, ¿por qué la muerte no fue a Ispahan a por el criado? ¿Para que no estuviera con el mercader cuando por la noche fuera a por él? ¿Y si es que iba a por él le da tiempo a desprenderse de todo? ¿Incluso a irse al desierto a esperar a la muerte?... No me convence que el final lo descubras porque lo cuente la leyenda.
    Paloma, ¿por qué es necesario que el criado haya tenido un sueño? Vería más lógica alguna artimaña de la muerte -más allá del calor- para lograr que el criado se sumerja en el lago.
    Rubén, primero piensas en una Muerte zalamera que va a liar al mercader para llevárselo. Luego, vuelves al criado y en la última frase dices: "Tenía que visitar esta noche tu casa..." Pero es en Ispahan donde tiene la cita, no en su casa. Y si pasas por encima de ese detalle y acepto tu propuesta me sobra tu explicación, prefiero un final más duro: Tenía que visitar esta noche tu casa pero, en fin, ya que estás aquí, ven, dame la mano.
    Mari, también me sobra toda la explicación final, yo lo hubiera liquidado en el párrafo anterior: "El mercader decidió ofrecerle la libertad, su único deseo antes de que la muerte le encontrase y se lo llevase para siempre". Incluso lo dejaría en "antes de que la muerte lo encontrase".

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    1. El sueño es necesario para que el protagonista no muera, es una manera de darle una prórroga. Pero una prórroga de más de un día, vamos que mi intención es que viva algún añito más. Su parada en el lago simboliza que el criado recupera el amor por el aquí y ahora. Intento decir que el sueño le ha devuelto la intensidad del presente.
      El final está inspirado en un cuento de Cortázar que se llama La noche boca arriba y en un sueño que tuve después de leerlo.

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    2. Defiendo la honra de mis palabras:
      La zalamería de la Muerte, no es tal (o no era mi intención). Solo quería dar a conocer la soledad de la propia Muerte, pero no para camelarse al mercader, solo lo usa como paño de lágrimas.
      Segundo, el que tenga una cita en Ispahán solo se desprende del texto original.
      Lo del final más duro, me parece correcto. Quería darle un toque más romántico (romántico en referencia al movimiento literario, no al sentimentalismo de enamorados), pero sí que queda más contundente de esta forma.

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  6. Pequeño, o grande, detalle sobre la explicación que el propio Atxaga da de su cuento poniéndolo en boca de uno de los personajes de su novela:

    "-Estoy hablando en serio, no me gusta el fatalismo de ese cuento. Me parece un fatalismo implacable, el mismo que se refleja cuando se dice que la vida es como una tirada de dados. Lo que se nos quiere decir en él es que, al nacer, tenemos ya un destino, y que nuestra voluntad no cuenta para nada. Tenemos que aceptar nuestro destino, querámoslo o no. ¿Que la muerte viene a por nosotros? Pues no nos queda otro remedio que morir.
    Encogiéndose de hombros, me dio a entender que no veía otra opción.
    -Como quieras. Pero a mí me parece que es el único final posible para ese cuento -me aclaró.
    -Pues yo le he dado otro.
    -¿Has escrito una variación del cuento?..."

    La variación la recojo en una entrada nueva.

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